¿Qué es la Hipoteca Puente? La hipoteca Puente es un tipo de préstamo que permite adquirir una nueva vivienda mientras se encuentra en proceso de venta la propiedad actual, que aún está hipotecada.
En este post contaremos cómo conseguirla y cómo funciona. ¡Comencemos!
Índice
¿Cómo funciona la Hipoteca Puente?
¿Cómo funciona la Hipoteca Puente? Seguramente te preguntas cómo es posible que el banco financie la adquisición de una nueva vivienda sin que hayas vendido la actual ni liquidado la hipoteca existente. Para proporcionarte una explicación clara, a continuación detallamos el funcionamiento de un préstamo puente:
Contrata la Hipoteca Puente
El banco te concederá un préstamo hipotecario que abarcará ambas propiedades: la vivienda que planeas comprar y la que aún no has vendido o no puedes liquidar. En otras palabras, tendrás dos inmuebles hipotecados bajo el mismo crédito. Los fondos prestados se destinarán al pago de la nueva propiedad y a cancelar la hipoteca existente de tu otra casa.
Por lo general, mediante una hipoteca puente podrás saldar el préstamo pendiente sobre la vivienda que aún no has vendido y financiar entre el 80% y el 100% de la compra de tu nueva vivienda, con un plazo de reembolso de hasta aproximadamente 30 años. Las condiciones específicas estarán sujetas a la entidad bancaria y a las negociaciones que puedas realizar.
Pago de cuotas reducidas hasta la venta
La entidad que otorga la hipoteca puente te concederá un periodo, generalmente de seis meses a cinco años, para vender tu antigua propiedad, en función de su política y de las condiciones pactadas. Durante ese tiempo, disfrutarás de un periodo de carencia de capital, lo que significa que tus pagos mensuales consistirán únicamente en intereses y no en amortización de capital. En otras palabras, abonarás cuotas mínimas hasta que logres vender tu casa.
Venta de tu vivienda anterior
Cuando encuentres un comprador dentro del plazo establecido por el banco, podrás utilizar los fondos provenientes de la venta para liquidar una parte de la deuda (equivalente a la hipoteca previa) y liberar tu antigua propiedad de cargas. A partir de ese momento, tendrás una hipoteca convencional sobre tu nueva vivienda y pagarás cuotas normales, compuestas por capital e intereses.
Hipoteca Puente o Cambio de Casa
Nuestros asesores financiero te ayudarán en todo realizando un estudio financiero gratuito.
Ventajas y desventajas de la Hipoteca Puente
Ventajas
Ventajas de la Hipoteca Puente:
Tendrás más tiempo para vender. Podrás financiar la compra de una vivienda mientras vendes tu casa antigua.
Facilidades de pago. Pagarás una cuota menor hasta que se venda tu vivienda antigua gracias a a la carencia aplicada por le banco.
Desventajas
Desventajas de la Hipoteca Puente:
Mayor riesgo de impago. Si pasado el tiempo acordado, no se ha vendido la casa antigua, pagarás cuotas más altas y tendrás el riesgo de perder las dos viviendas.
La vivienda puede perder valor. Aunque sea dentro del tiempo firmado, es posible que el valor de la casa baje y tengas que venderla con un precio menor al que tenías pensado.
Hipoteca Puente o Cambio de Casa
La Hipoteca Puente también se puede usar para cambiar de casa. La solicitud de una hipoteca puente debe considerarse con cuidado, ya que presenta tanto beneficios como riesgos asociados. Recomendamos que consideres esta opción solo si se cumplen las siguientes condiciones:
1. Si tu vivienda tiene posibilidades de venta: No es aconsejable contratar una hipoteca puente si existe la posibilidad de enfrentar dificultades para vender tu propiedad debido a su mal estado o ubicación desfavorable. En nuestra página dedicada a la venta de viviendas, ofrecemos información sobre los requisitos que una casa debe cumplir para ser comercializable.
2. Precios de las viviendas: Si los precios de las viviendas se encuentran en un nivel bajo, es más probable que obtengas mayores ganancias al vender tu casa en un futuro, en comparación con venderla en el presente.
3. Capacidad de pago de las cuotas: Es esencial asegurarte de que puedes cumplir con las cuotas de la hipoteca en caso de que no logres vender tu vivienda dentro del plazo estimado. El importe de las cuotas, sin considerar periodos de carencia, no debería superar el 35% de tus ingresos mensuales netos.
